lunes, 15 de marzo de 2010

La Mujer Que Amas.....Pedro Fernandez

La Mujer Que Amas.....Pedro Fernandez


Si sientes que tus ojos
se iluminan al mirar su cara
y el corazón tiembla de amor
y te sacude los hilos del alma
es la señal de su llegada
es sin duda la mujer que amas.

Abre tus alas
dile que ya la esperabas
dale tus sueños
no dejes que se vaya.

Dile que nadie
te hará cambiar este amor por ella
dile que el amor existe
dile que lo conociste en ella

Si sientes que le hablas
con los ojos tan solo con tocarla
en tu interior sientes el sol
arden tus venas y tus ganas
y hasta te sientes como un niño
es sin duda la mujer que amas

Abre tus alas
dile que ya la esperabas
dale tus sueños
no dejes que se vaya.

Dile que nadie
te hará cambiar este amor por ella
dile que el amor existe
dile que lo conociste en ella

Cuando se ama a una mujer
logras entender el verdadero amor
el verdadero amor
ámala por siempre así
ella te dirá que es tuya.

Cuando en verdad tu amas a una mujer.
Y si te sientes como un niño
es sin duda a mujer que amas

Abre tus alas
dile que ya la esperabas
dale tus sueños
no dejes que se vaya.

Dile que nadie
te hará cambiar este amor por ella
dile que el amor existe
dile que lo conociste en ella

Dile que el amor existe
dile que lo conociste en ella
dile que el amor existe
dile que lo conociste en ella

PEDRO FERNÁNDEZ



domingo, 14 de marzo de 2010

JOSÉ MANUEL CABALLERO BONALD Jerez de la Frontera, 1926

 

JOSÉ MANUEL CABALLERO BONALD Jerez de la Frontera, 1926

JOSÉ MANUEL CABALLERO BONALD
Jerez de la Frontera, 1926


CARNAL FUEGO AMOROSO

Amor, primera forma de vivir, escucha:
¿eres tú la tristeza que enciende mi destino,
o acaso sólo existes desde un ser que sonríe
mientras tiemblan sus ojos esperando en los míos remansarse?

Yo no sé si te tuve, ¡oh amor! , dulce manera de luchar,
no sé siquiera si alguna vez
tus vigentes, iniciadas, estremecidas manos
tejieron en mi piel su táctil alegría.

Un día -lo recuerdo lo mismo
que si ahora en mi pecho me llegara el instante-,
creyó mi corazón que tú lo restañabas,
que tú te debatías dentro ya de mi cuerpo,
doblándome la carne, derrotándola en dichas,
contra la humana tierra de un país hermosísimo.
Pero escúchame, amor, carnal fuego armonioso,
escúchame no quieto, no tendido a mis plantas,
sino allí donde reinas, donde en vuelo dominas,
¿ eras tú quien entonces refulgía en mi boca
desde otro ser que, amante, me centraba en el gozo?

Oh, no, no, tú no puedes oírme, tú no puedes hablarme,
porque aquello que el hombre más quisiera saber
responde siempre mudo dentro de su belleza.
Pero yo sí respiro los aires que tú sorbes;
sé que eres un pájaro que entre nubes desciende
hasta el lumbror premioso de los trinos,
o tal vez esta rosa familiar, llameante,
que derrama en sus pétalos tanta gloria de savias.
Estás allí, lo sé, bajo la tarde núbil,
bajo la noche y la mañana que por ti, brilladoras, renacen,
en los vientos que marchan y regresan un día
trayendo el mismo aroma virginal de las cumbres.
Y aquí, sobre esta humana vocación de ser piedra,
también es tu presencia la que late,
también es tu ternura, tu flagrante dominio,
el que enflora de vida los pechos que te ignoran.
Tú eres la luz de un paraíso donde el dolor se acuña
al gozo de unos cuerpos que, ávidos, se estrechan,
que, temblando, se aman bajo copiosos árboles
en cuya fronda un trino se extasía,
s0bre la hierba ,dulce abatida por un peso de dioses.

Oh amor, carnal fuego armoni0so, escucha:
escúchame la voz que por ti besa,
remózame las manos que acarician teniéndote ceñido,
abrígate en mi pecho donde tú palpitando me sostienes,
dame siempre tu forma, amor, tu celeste materia iluminada,
esa embriaguez con la que un cuerpo dentro de otro agoniza
por hundir en lo eterno la identidad humana.

 

JOSÉ MANUEL CABALLERO BONALD Jerez de la Frontera, 1926

ESPERA

Y tú me dices
que tienes los pechos vencidos de esperarme,
que te duelen los ojos de tenerlos vacíos de mi cuerpo,
que has perdido hasta el tacto de tus manos
de palpar esta ausencia por el aire,
que olvidas el tamaño caliente de mi boca.

Y tú me lo dices que sabes
que me hice sangre en las palabras de repetir tu nombre,
de golpear mis labios con la sed de tenerte,
de darle a mi memoria, registrándola a ciegas,
una nueva manera de rescatarte en besos
desde la ausencia en la que tú me gritas
que me estás esperando.

Y tú me lo dices que estás tan hecha
a este deshabitado ocio de mi carne
que apenas sí tu sombra se delata,
que apenas sí eres cierta
en esta oscuridad que la distancia pone
entre tu cuerpo y el mío.

domingo, 7 de marzo de 2010

Te amo - Pablo Neruda






Te amo - Pablo Neruda



Te amo,
te amo de una manera inexplicable,
de una forma inconfesable,
de un modo contradictorio.

Te amo
con mis estados de ánimo que son muchos,
y cambian de humor continuamente.
por lo que ya sabes,
el tiempo, la vida, la muerte.

Te amo...
con el mundo que no entiendo,
con la gente que no comprende,
con la ambivalencia de mi alma,
con la incoherencia de mis actos,
con la fatalidad del destino,
con la conspiración del deseo,
con la ambigüedad de los hechos.

Aún cuando te digo que no te amo, te amo,
hasta cuando te engaño, no te engaño,
en el fondo, llevo a cabo un plan,
para amarte mejor.

Te amo...
sin reflexionar, inconscientemente,
irresponsablemente, espontáneamente,
involuntariamente, por instinto,
por impulso, irracionalmente.

En efecto no tengo argumentos lógicos,
ni siquiera improvisados
para fundamentar este amor que siento por ti,
que surgió misteriosamente de la nada,
que no ha resuelto mágicamente nada,
y que milagrosamente, de a poco, con poco y nada
ha mejorado lo peor de mí.

Te amo,
te amo con un cuerpo que no piensa,
con un corazón que no razona,
con una cabeza que no coordina.

Te amo
incomprensiblemente,
sin preguntarme por qué te amo,
sin importarme por qué te amo,
sin cuestionarme por qué te amo.

Te amo
sencillamente porque te amo,
yo mismo no sé por qué te amo.

Pablo Neruda.

sábado, 6 de marzo de 2010

ODA A LA TRISTEZA POR PABLO NERUDA


PABLO NERUDA


ODA A LA TRISTEZA POR PABLO NERUDA



TRISTEZA, escarabajo
de siete patas rotas,
huevo de telaraña,
rata descalabrada,
esqueleto de perra:
Aquí no entras.
No pasas.
Ándate.
Vuelve
al Sur con tu paraguas,
vuelve
al Norte con tus dientes de culebra.
Aquí vive un poeta.
La tristeza no puede
entrar por estas puertas.
Por las ventanas
entra el aire del mundo,
las rojas rosas nuevas,
las banderas bordadas
del pueblo y sus victorias.
No puedes.
Aquí no entras.
Sacude
tus alas de murciélago,
yo pisaré las plumas
que caen de tu manto,
yo barreré los trozos
de tu cadáver hacia
las cuatro puntas del viento,
yo te torceré el cuello,
te coseré los ojos,
cortaré tu mortaja
y enterraré tus huesos roedores
bajo la primavera de un manzano.

PABLO NERURA


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