APARTADO LUGAR POR MARCO MARTOS
En las tardes corrías por la alfombra verde del arroz.
¿Cómo sabían los pájaros la inmensidad de tu interior?
Con los picos buscaban la blanquísima leche
o se quedaban quietos, dejándote pasar.
Ni ellos tenían miedo, ni tú temor.
Oro en los cielos y rosa en la azul inmensidad.
Cuando llegaba la noche, en esa lóbrega oscuridad,
tus amplios vestidos luminosos eran la señal
de la continuidad de la vida en ese apartado lugar.