A MI PADRE
LO VEO POR WINSTON ORRILLO
A mi
padre lo veo entre el escombro
De tanta
y tanta vida cicatera.
Su rostro
ya no tiene los arcanos
Que
alguna vez mis ojos pastorearan.
Todo se
está volviendo más sencillo:
Este
claro lenguaje de mi origen
Y la risa
rosada de mi madre.
Tantas
casas y voces y penumbras:
Y la
misma distancia nos engulle.
Nunca
pude acercarme a quien me diera
Con sus
brazos antiguos el encargo
De
imantar estas horas, este día.
Qué lejos
estuvimos y afincados
En el
mismo letargo, padre mío.
Tú en las
gibas ariscas del oficio
Que mal
grado, tenaz, te espolvoreara.
Y el
poeta soñaba, mientras tanto,
Atascado
en los vientos que te herían.
Alguna
vez, a veces, conversamos
Ya no
recuerdo, padre, en qué dialecto.
Nuestras voces
jamás zarparon juntas
Bajo el
zafio sistema de las horas.
Sin embargo,
de lejos yo atisbaba
Que mis
pasos contigo discurrían.
Cuántas
veces viví lo que viviste:
¡Desempeñé
tu oficio y tus caídas!
Yo sentía
que el viento me apilaba
En tu
intacto rincón desconocido.
Esta voz,
esta frente y estas simas
Eran
tuyas, totales, sin ambages.
El
tremedal del alba y sus barajas
Devolvía
a mis ojos tu hornacina;
Tus
carencias que entonces comprendía
Encalladas
en mí sin duda alguna:
¡Por todo
lo que entonces no dijimos
¡Hoy
comienzo a cantar de aqueste modo!