viernes, 24 de mayo de 2019

POEMAS DE JOSÉ ASUNCIÓN SILVA Bogotá-Colombia 1865 - 1896

 

JOSÉ ASUNCIÓN SILVA
Bogotá-Colombia 1865 - 1896

JOSÉ ASUNCIÓN SILVA
Bogotá-Colombia 1865 - 1896
 ¿RECUERDAS?

¿Recuerdas?.... Tú no recuerdas
Aquellas tardes tranquilas
En que en la vereda angosta
Que conduce a tu casita
Plegaban a tu contacto
Sus hojas las sensitivas
Como al poder misterioso
Del amor tu alma de niña...
En la oscuridad pasaban
Las luciérnagas cual chispas
Que bajo la yerba espesa
Nuestros dedos perseguían
¡Así también en las horas
De mis años de desdicha
Cruzaban por entre sombras
Mis esperanzas perdidas!...

¿Recuerdas?... Tú no recuerdas
La cruz de mayo que hicimos
Con violetas silvestres
Y con sonrosados lirios
Bajo el frondoso ramaje
De tu árbol favorito.
Como una lluvia de perlas
Sobre blanco raso níveo
Brillaba por los [...]
En las hojas del rocío!
Y los pájaros cantores
Hicieron cerca sus nidos...
Después pasé una mañana
Y vi tu ramo marchito
Como mi pasión ardiente
Por tu infamia y tus desvíos.

¿Recuerdas?... Tú no recuerdas
Más de esa noche amorosa,
La lumbre de tus pupilas,
El aliento de tu boca
Entreabierta y perfumada
Como un botón de magnolia,
Los murmullos argentinos
Del agua bajo las frondas,
El brillo de las estrellas
Y las esencias ignotas
Que derramaron los genios
En las brisas cariñosas,
Quedaron como una huella
Que el tiempo aleve no borra
¡Ay! para toda la vida
¡Escritas en la memoria!

¿Recuerdas?... Tú no recuerdas
Pero yo, cuando levanta
El crepúsculo sombrío
Del fondo de las cañadas
Y las tristezas inmensas
De lo profundo del alma
Al pasado fugitivo
Tiendo la vista cansada
Y nuestra historia de amores
Hacia mí tiende las alas.
¡Cuando en las horas nocturnas
Cabe el esposo que te ama
Tu agitado pensamiento
Tenga segundos de calma
De aquella pasión extinta
¡Jamás te acuerdes, ingrata!

¿Recuerdas?... Tú no recuerdas
La tarde aquella en que juntos
Bajamos de la colina,
Tus grandes ojos oscuros
Se anegaban en los rayos
Sonrosados del crepúsculo
Y tu voz trémula y triste
Como un lejano murmullo
Me hablaba de los temores
De tu cuerpo moribundo!
Si hubieras entonces muerto
Cómo amara tu sepulcro
Ahora, cuando te veo
Feliz gozar de tus triunfos
Tan sólo asoma a mis labios
Una sonrisa de orgullo!

Abril 18 de 1884


¿Recuerdas?.... Tú no recuerdas
Aquellas tardes tranquilas
En que en la vereda angosta
Que conduce a tu casita
Plegaban a tu contacto
Sus hojas las sensitivas
Como al poder misterioso
Del amor tu alma de niña...
En la oscuridad pasaban
Las luciérnagas cual chispas
Que bajo la yerba espesa
Nuestros dedos perseguían
¡Así también en las horas
De mis años de desdicha
Cruzaban por entre sombras
Mis esperanzas perdidas!...

¿Recuerdas?... Tú no recuerdas
La cruz de mayo que hicimos
Con violetas silvestres
Y con sonrosados lirios
Bajo el frondoso ramaje
De tu árbol favorito.
Como una lluvia de perlas
Sobre blanco raso níveo
Brillaba por los [...]
En las hojas del rocío!
Y los pájaros cantores
Hicieron cerca sus nidos...
Después pasé una mañana
Y vi tu ramo marchito
Como mi pasión ardiente
Por tu infamia y tus desvíos.

¿Recuerdas?... Tú no recuerdas
Más de esa noche amorosa,
La lumbre de tus pupilas,
El aliento de tu boca
Entreabierta y perfumada
Como un botón de magnolia,
Los murmullos argentinos
Del agua bajo las frondas,
El brillo de las estrellas
Y las esencias ignotas
Que derramaron los genios
En las brisas cariñosas,
Quedaron como una huella
Que el tiempo aleve no borra
¡Ay! para toda la vida
¡Escritas en la memoria!

¿Recuerdas?... Tú no recuerdas
Pero yo, cuando levanta
El crepúsculo sombrío
Del fondo de las cañadas
Y las tristezas inmensas
De lo profundo del alma
Al pasado fugitivo
Tiendo la vista cansada
Y nuestra historia de amores
Hacia mí tiende las alas.
¡Cuando en las horas nocturnas
Cabe el esposo que te ama
Tu agitado pensamiento
Tenga segundos de calma
De aquella pasión extinta
¡Jamás te acuerdes, ingrata!

¿Recuerdas?... Tú no recuerdas
La tarde aquella en que juntos
Bajamos de la colina,
Tus grandes ojos oscuros
Se anegaban en los rayos
Sonrosados del crepúsculo
Y tu voz trémula y triste
Como un lejano murmullo
Me hablaba de los temores
De tu cuerpo moribundo!
Si hubieras entonces muerto
Cómo amara tu sepulcro
Ahora, cuando te veo
Feliz gozar de tus triunfos
Tan sólo asoma a mis labios
Una sonrisa de orgullo!

Abril 18 de 1884



Madrigal

Tu tez rosada y pura, tu formas gráciles
De estatuas de Tanagra, tu olor de lilas,
El carmín de tu boca, de labios tersos;
Las miradas ardientes de tus pupilas,
El ritmo de tu paso, tu voz velada,
Tus cabellos que suelen, si los despeina
Tu mano blanca y fina toda hoyuelada,
Cubrirte como fino manto de reina;
Tu voz, tus ademanes, tú no te asombres;
Todo eso está ya a gritos pidiendo un hombre.

 

 

Realidad

Para M

En el dulce reposo de la tarde
Cuando al ponerse el sol en occidente
Su luz dorada, de la vida fuente,
Como una hoguera en los espacios arde,
O de la noche en el silencio umbrío
Cuando la luna con fulgor de plata
Alumbra a trechos el sonante río
Y en sus límpidas ondas se retrata,
Entre las sombras de la vida hay horas
En que la realidad que nos circuye
A detener el ímpetu no alcanza
De nuestra alma que a lo lejos huye
Y a la región de lo ideal se lanza…

Y entonces cuando pienso en tus amores
Nuestras dos vidas deslizarse veo
No cual la realidad que aja sus flores
Sino cual la ilusión de tu deseo.
No por las conveniencias separados,
Soñando tú conmigo, yo en tus sueños,
Sino juntos los dos en los collados
De la Arcadia risueños;
Asidos por las manos a lo lejos
Buscando el fin de la campiña amena
A los pálidos rayos de la luna.
O del ardiente sol a los reflejos,
Dejando transcurrir una por una
Las no contadas horas venturosas
Que no mancha la sombra de una pena
Libando amor y deshojando rosas
Del verdor y del musgo en lo sombrío
Ocultos en lo ignoto del boscaje
Radiante aún de gotas de rocío
De virgen fuerza y de vigor salvaje;
Sentados a la orilla del torrente
Tú escuchando los ecos del follaje
Yo acariciando -trémula la mano-
Tus rizos al caer sobre tu frente…

Otras veces trayendo a la memoria
Los fantasmas de un tiempo ya pasado
Junto con ellos cual sencilla historia
Los ideales de tu amor soñado.
Y es entonces un gótico castillo
De altivas torres de musgosas piedras
En cuyo muro gris crecen las hiedras
Teatro de nuestro amor santificado.

Y en reducida y perfumada estancia
Cuyos tapices abrillanta y dora
El fuego de la antigua chimenea,
Juntos los dos oímos a distancia
Diciéndonos protestas de ternura
La voz del agua que al perderse llora
Y el viento que en los árboles cimbrea
Entre el silencio de la noche oscura.

O en frágil barca en plácida mañana
De lago azul flotando en los cristales
Con la mirada errantes contemplamos
El cielo, la ribera, los juncales,
Y las nieblas que inciertas, vaporosas,
Van a perderse en la región lejana
Como se pierde la esperanza humana
O el postrimer aroma de las rosas.

Mas cuando el alma en sus ensueños flota,
La realidad asoma de improviso
No más resuena la encanta nota
Brotan espinas do la rosa brota,
Y en crüel se torna el paraíso.

Vuelvo a mirar… y pienso que nacimos
Para vivir por siempre separados,
Que no es una la senda que seguimos
Y que la lumbre que cercana vimos
Fue visión de tu amor y tus cuidados.

Y al comparar la realidad penosa
Con los paisajes de ideal que miro
En el fondo del alma lastimosa
Para tu dulce amor -niña piadosa-
Para tu dulce amor surge un suspiro.

 

 


Mariposas

En tu aposento tienes,
En urna frágil,
Clavadas mariposas,
Que, si brillante
Rayo de sol las toca,
Parecen nácares
O pedazos de cielo,
Cielos de tarde,
O brillos opalinos
De alas suaves;
Y allí están las azules
Hijas del aire,
Fijas ya para siempre
Las alas ágiles,
Las alas, peregrinas
De ignotos valles,
Que como los deseos
De tu alma amante
A la aurora parecen
Resucitarse,
Cuando de tus ventanas
Las hojas abres
Y da el sol en tus ojos
Y en los cristales!

 

 

Suspiro

a A. de W.

Si en tus recuerdos ves algún día
Entre la niebla de lo pasado
Surgir la triste memoria mía
Medio borrada ya por los años,
Piensa que fuiste siempre mi anhelo
Y si el recuerdo de amor tan santo
Mueve tu pecho, nubla tu cielo,
Llena de lágrimas tus ojos garzos;
¡Ah, no me busques aquí en la tierra
Donde he vivido, donde he luchado,
Sino en el reino de los sepulcros
Donde se encuentran paz y descanso!

 

 


domingo, 19 de mayo de 2019

Frases de Lao Tse

Lao Tse



 Frases de Lao Tse: Filósofo chino, considerado el fundador del taoísmo y autor de la obra "Tao te ching". Narrador: Juan José Palanca 




Citas de sabiduría de Lao Tse

  1. Aquel que puede conquistar a los enemigos es fuerte. Aquel que se ha conquistado a sí mismo es poderoso.
  2. El agua es suave y dócil. Pero mina y corroe lo duro. En el vencimiento de lo duro, ella no tiene iguales. Lo suave y lo tierno vencen a lo duro y lo grosero.
  3. La violencia, aunque bien intencionada, siempre rebota sobre uno mismo.
  4. El que camina a grandes zancadas no irá muy lejos.
  5. Si eres flexible, te mantendrás recto.
  6. Quien interfiere en asuntos ajenos y encima habla demasiado se vuelve insoportable para los demás.
  7. Anticipa lo difícil gestionando lo fácil.
  8. El hombre vulgar cuando emprende una cosa, la echa a perder por tener prisa en terminarla.
  9. Da y tendrás en abundancia.
  10. En el centro de tu ser tienes la respuesta; sabes quién eres y sabes lo que quieres.
  11. El conocimiento es un tesoro, pero la práctica es la clave para ello.
  12. Deja de pensar, y termina con tus problemas.
  13. Cuando te des cuenta de que lo que haces a otro, te lo haces a ti, habrás entendido una gran verdad.
  14. Toda acción provoca reacciones.
  15. La amabilidad en palabras crea confianza. La amabilidad en el pensamiento crea profundidad. La bondad de dar crea amor.
  16. El que todo lo juzga fácil encontrará la vida difícil.
  17. El que sabe atar no usa cuerdas ni nudos, y, sin embargo, nadie puede desatar lo que él ha unido.
  18. Un viaje de mil millas comienza con el primer paso.
  19. La persona sabia no ambiciona el poder y evita la opulencia, el lujo y la prodigalidad.
  20. Que tu cuerpo y tu alma vital estén unidos en un abrazo sin separación.
  21. Observa todo lo blanco que hay en torno tuyo, pero recuerda todo lo negro que existe.
  22. El que está satisfecho con su parte es rico.
  23. La perfección del que imparte órdenes es ser pacífico; del que combate, carecer de cólera; del que quiere vencer, no luchar; del que se sirve de los hombres, ponerse por debajo de ellos.
  24. Para conducir la gente, camina detrás de ellos.
  25. Y el respeto conlleva el bienestar. El bienestar contribuye al proceso creativo.
  26. El hombre corriente, cuando emprende una cosa, la echa a perder por tener prisa en terminarla.
  27. El silencio es una fuente de gran fuerza.
  28. Diferentes en la vida, los hombres son semejantes en la muerte.
  29. Dominar a otros es fortaleza. El dominio de sí mismo es el verdadero poder.
  30. El buen hombre es el maestro del malo, y el mal hombre es la lección del bueno.
  31. Si no puedes avanzar una pulgada, retrocede un pie.
  32. Lo que le da su valor a una taza de barro es el espacio vacío que hay entre sus paredes.
  33. No hay mayor peligro que subestimar a tu oponente.
  34. Todo lo difícil debe intentarse mientras es fácil.
  35. Aquel que conoce a las personas es razonable. Aquel que se conoce a sí mismo es iluminado.
  36. El que mucho promete rara vez cumple su palabra.
  37. ¡No busques exhibirte! La persona sabia que ha conocido su esencia superior no se entrega al narcisismo ni se enaltece.
  38. Cuanto más lejos se va, menos se sabe.
  39. Haz las cosas difíciles mientras son fáciles y haz las grandes cosas mientras son pequeñas. Una jornada de mil millas debe comenzar con un solo paso.
  40. La vida en el país debe ser tal que las personas no quieran dejarlo.
  41. Los diferentes sonidos, uniéndose, crean la armonía.
  42. El amor es de todas las pasiones la más fuerte, ya que ataca al mismo tiempo la cabeza, el corazón y los sentidos.
  43. Los caminos pueden ser guías, pero no senderos trazados.
  44. Las palabras elegantes no son sinceras; las palabras sinceras no son elegantes.
  45. No hay que verter agua en un vaso lleno. Y no tiene ningún sentido afilar demasiado la hoja del cuchillo.
  46. Sólo zarpas y espinos nacen en el lugar donde acampan los ejércitos.
  47. No te quejes de sufrir, que así aprendes a socorrer.
  48. De esta manera, existencia e inexistencia, lo difícil y lo fácil, lo largo y lo corto, lo alto y lo bajo permiten conocer lo uno y lo otro.
  49. Grandes actos se componen de pequeñas obras.
  50. El sabio siempre gana, porque no compite.
  51. Las palabras de la verdad son siempre paradójicas.
  52. Con buenas palabras se puede negociar, pero para engrandecerse se requieren buenas obras.
  53. El que sabe que suficiente es suficiente siempre tendrá suficiente.
  54. Saber que no se sabe, eso es humildad. Pensar que uno sabe lo que no sabe, eso es enfermedad.
  55. El mejor luchador nunca se enfada.
  56. Ser profundamente querido por alguien te da fortaleza, y querer profundamente a alguien te da valor.
  57. Si no cambias la dirección, puedes terminar donde has comenzado.
  58. Una hormiga en marcha hace más que un buey durmiendo.
  59. El hombre sabio no acumula. Cuanto más ayuda a los otros, más se beneficia él mismo. Cuanto más da a los otros, más obtiene él mismo.
  60. El sabio no enseña con palabras, sino con actos.
  61. Un buen guardián no necesita rejas ni cerrojos, y, sin embargo, es imposible abrir lo que él cerró.
  62. El que sabe no habla, el que habla no sabe.
  63. No vayas contra lo que es justo para conseguir el elogio de los demás.
  64. Un buen caminante no deja huellas.
  65. Si das pescado a un hombre hambriento, le nutres una jornada. Si le enseñas a pescar, le nutrirás toda la vida.
  66. La palabra adornada no es sincera.
  67. Cuando dejo de ser lo que soy, me convierto en lo que podría ser.
  68. La manera de hacer es ser.
  69. He aquí mis tres tesoros. Guárdalos bien. El primero es la piedad; el segundo, la frugalidad; el tercero, la negativa a ser la primera de todas las cosas bajo el cielo.
  70. El valor de un acto se juzga por su oportunidad.
  71. Cuando estas contento con ser simplemente tú mismo y no te comparas o compites, todo el mundo te respetará.
  72. Debido a un gran amor, uno es valiente.
  73. Gobierna mejor quien gobierna menos.
  74. Quien pretende el dominio del mundo y mejorar éste, se encamina al fracaso. El mundo es tan sagrado y vasto que no puede ser dominado. Quien lo domina lo empeora, quien lo tiene lo pierde.
  75. Si practicas la equidad, aunque mueras no perecerás.
  76. Poca fe se otorga a los que tienen poca fe.
  77. Un hombre con coraje externo se atreve a morir; un hombre con coraje interior se atreve a vivir.









50 Valiosas Frases de Mark Twain (Narradas)

Todo hombre es como la Luna: con una cara oscura que a nadie enseña.Mark Twain 



Lista de frases de Mark Twain, escritor estadounidense de famosas obras de la literatura universal, como Las aventuras de Huckleberry Finn, The Adventures of Tom Sawyer, La vida en el Misisipí, El forastero misterioso y muchas más.


ENTRADAS DESTACADAS

SELECCIÓN DE POESÍA CHINA

BALADA DE CHANG’AN POR LI BAI BALADA DE CHANG’AN Cuando mis cabellos comenzaron a cubrir mi frente Delante de la puerta me divertía recogien...