Zhuangzi

El perro no sabe que está en el establo. El cerdo no sabe que está en el corral. Por lo tanto, aquellos que no saben que son esclavos, son realmente libres. Zhuangzi

viernes, 19 de septiembre de 2014

DATOS SOBRE PSICOLOGÍA

DATOS SOBRE PSICOLOGÍA



DATOS SOBRE PSICOLOGÍA

Etapas psicosexuales de Freud: desarrollo de la sexualidad

Freud explica el desarrollo de la sexualidad humana desde una perspectiva psicoanalítica.

Sigmund Freud (1856-1939) es considerado como el padre del psicoanálisis. Este enfoque de la psicología pone énfasis en las etapas tempranas de la vida. Así pues, otorga mucha importancia a las primeras experiencias para el desarrollo de la personalidad y también para el desarrollo de la sexualidad.
Pulsiones y libido

Un concepto psicoanalítico de gran importancia es el de pulsión. Este concepto hace referencia a las fuerzas internas e innatas de las personas que dirigen los pensamientos y conductas.

Las pulsiones pueden ser de autopreservación, que comprenden la respiración, alimentación y excreción, entre otras. Y las pulsiones sexuales, en cuyo caso, las denomina, libido.


Leer más en Suite101: Etapas psicosexuales de Freud: desarrollo de la sexualidad | Suite101.net http://suite101.net/article/etapas-psicosexuales-de-freud-desarrollo-de-la-sexualidad-a64938#ixzz2CP9aXrGN




ANÁLISIS DE LOS SUEÑOS


Según Freud existe una relación entre la elaboración onírica y las ideas latentes reprimidas; impresiones que dejaran las experiencias sexuales infantiles que aparecen deformadas durante el sueño por efecto de la censura, y que intentan la realización de los deseos.


El autor se refiere particularmente a los sueños de personas que están en tratamiento psicoanalítico.

 




La psicología cognitiva como paradigma psicológico tiene una historia reciente: aunque algunas propuestas de finales de los años cuarenta y de la década de los cincuenta se pueden considerar como primeros esbozos de esta forma de hacer psicología, es a partir de los años sesenta cuando realmente se empieza a extender por el mundo entero, compitiendo en los centros de estudio y de investigación con el conductismo, al que finalmente parece haber desbancado como paradigma dominante.
 
El conductismo supuso uno de los mayores esfuerzos de los psicólogos por hacer de su disciplina una ciencia. Los principios metodológicos que exigieron a la psicología (experimentación, rechazo de la introspección, empleo de categorías explicativas definidas operacionalmente, ...) supuso un adelanto y una conquista que la mayoría de los psicólogos consideran irrenunciable. Sin embargo, estos triunfos se vieron claramente empañados en cuestiones fundamentales: el conductismo es una psicología sin sujeto (psicología del organismo vacío); su pretensión teórica fundamental consiste en explicar toda la conducta a partir del aprendizaje: son los refuerzos y los estímulos presentes en la vida de los organismos los que determinan su modo de relacionarse con el medio y de resolver sus problemas adaptativos. Esta paradójica renuncia al sujeto para explicar lo que el sujeto hace se puede plantear en los términos tradicionales de cuerpo y mente: el conductismo da poca importancia al cuerpo y a las predisposiciones genéticas de la conducta; pero también rechaza la mente, prescinde de forma explícita y, en muchos casos combativa, de la mente como elemento explicativo. La psicología conductista estudia la conducta para explicar la conducta.
 
Esta idea del ambientalismo y del organismo vacío entra en crisis en los años sesenta. Por un lado los etólogos y las investigaciones en neurociencias, y por otro los desarrollos de la propia la psicología, van a cuestionar estos principios explicativos básicos.
 
Por parte de la psicología cognitiva, la crítica se referirá básicamente al olvido de la mente. Sabemos por qué resultó atractiva la psicología cognitiva: de nuevo se introducen en la psicología temas como el de la atención, la percepción, la memoria, el pensamiento, el lenguaje, temas que parecen irrenunciables para toda psicología que quiera ser completa y que el conductismo a duras penas pudo incluir en sus investigaciones. Y como compendio de todas estas capacidades y actividades, la mente. De nuevo la mente entra el la psicología, y, además, explicada con métodos que heredan del conductismo la pretensión de objetividad: la psicología cognitiva rechaza también la introspección como acceso privilegiado a lo psíquico favoreciendo los informes objetivos obtenidos en laboratorio. Simplificando, el mentalismo tradicional quiere estudiar la mente mirando a la mente, la psicología cognitiva quiere estudiar la mente mirando la conducta. Considera irrenunciable la referencia a la mente como causa de la conducta, pero también considera irrenunciable la observación objetiva de la conducta para el descubrimiento de las estructuras y procesos mentales supuestamente elicitadores de la conducta.
 
Pero la diferencia con otros mentalismos no está sólo del lado del método (el conductismo metodológico del cognitivismo frente a la introspección del mentalismo tradicional), sino, más importante aún, de los conceptos y categorías fundamentales con los que intenta comprender la mente: la diferencia esencial está en la idea de mente.
 
La categoría explicativa básica que utiliza el paradigma cognitivo es la de información: la mente es una entidad capaz de recibir, almacenar y procesar de diversos modos la información, y de generar una conducta en virtud de dichas actividades. Esta tesis primordial tiene importantísimas consecuencias en la idea de mente y de psicología propuesta por este paradigma. Por ejemplo, parece claro que las actividades mentales que no son cogniciones, las actividades mentales que no consisten en informar o describir el mundo, sólo con enormes dificultades pueden entrar en el programa de investigación cognitivo: aquí hay que incluir fundamentalmente el mundo de las emociones y el de la motivación: estar triste no es tener un estado informativo determinado, desear no es tener una representación del mundo, aunque, evidentemente, la información manejada por el sujeto tiene clara influencia tanto en la emoción y el sentimiento como en el deseo y la voluntad. En términos clásicos, la psicología cognitiva estudia la dimensión intelectual de la psíque, pero no la emotiva y la volitiva.
 
En la forma de entender la información y el modo de procesar la información fueron importantes tanto ciertas ideas filosóficas como los avances tecnológicos en informática. Por parte de la filosofía, la influencia más clara tiene que ver con tesis racionalistas. En primer lugar por la importancia que se le da a las representaciones: el trato con la cosas está determinado por el conocimiento que el sujeto tiene del mundo, conocimiento que ha de estar presente de algún modo en él para que su conducta resulte eficaz. A esta forma vicaria de estar el mundo se le suele llamar representación, y la investigación de su estatuto y peculiaridades es precisamente uno de los temas principales en el paradigma cognitivo. Estas entidades tienen contenido semántico, significan algo (por ejemplo, conceptos, figuras, formas, ángulos, notas o propiedades, ...) y gracias a dicho significado se refieren al mundo De este modo, las representaciones son las unidades informativas que maneja el sujeto y cuyo procesamiento determina la conducta. Pero las representaciones se combinan unas con otras siguiendo reglas y el rendimiento de cada una de las facultades mentales (percepción, memoria, lenguaje, atención, ...) se define a partir de las distintas reglas de transformación y combinación de representaciones. De este modo, reglas y representaciones son dos de los elementos conceptuales básicos del cognitivismo y dan lugar al programa de investigación característico de este paradigma.
 
La tecnología existente estableció el modo concreto de concebir las formas de instanciar la representación y de procesar la información. Aunque en los primeros años de la informática hubo algunos intentos de construir sistemas artificiales de procesamiento que reprodujesen algunos aspectos muy abstractos del cerebro (el Perceptrón, por ejemplo), el modelo que sin embargo tuvo éxito fue el del ordenador Von Neumann (los ordenadores actuales son ejemplos de este modelo). Sus características principales son las siguientes:
  1. la información está localizada en partes físicas concretas: si guardo en el disco duro de mi ordenador lo que ahora estoy escribiendo, la información se almacenará físicamente en un lugar preciso, al que el ordenador sabrá acceder mediante un sistema preciso de direcciones;
  2. la información se procesa “en serie”, si hago que “corra” un programa en mi ordenador, las instrucciones de que éste consta se realizarán siguiendo un orden, y una en cada unidad de tiempo, nunca dos en el mismo momento (decimos que no hay dos procesadores, sino uno);
  3. además, la información con la que trabaja el ordenador es significativa –al menos en el nivel del programador: una palabra, una letra, una línea, un ángulo, una figura, ...
  4. el ordenador consta de partes físicamente diferenciadas para tareas realmente diferentes: grandes estructuras como la memoria, los periféricos, la unidad lógico-matemática, la unidad de procesamiento central...
  5. la información está controlada desde una parte del ordenador privilegiada: la unidad central de procesamiento, unidad que se encarga de establecer las jerarquías en la actuación y el control del sistema;
  6. las reglas de procesamiento describen transformaciones que atienden a restricciones lógicas, semánticas y sintácticas.


La psicología cognitiva clásica tomó estas ideas y las trasladó a la psicología: se entendió que la mente era como un programa informático y el cerebro como el hardware del ordenador. Se intentó describir el flujo de la información con la idea de que la mente procesa la información, que consta de macroestructuras que la transforman a su manera, se buscó el auténtico modo de darse las representaciones, ... hasta que en la segunda mitad de los años ochenta se produce una modificación sustancial en el paradigma cognitivo con el desarrollo del conexionismo. En 1986 D. E. Rumelhart y J. L. McClelland editan Parallel Distributed Processing, obra considerada como la “Biblia” del conexionismo y que supuso el cambio de rumbo en la psicología cognitiva. Es común señalar la radicalidad de dicho cambio, hasta el punto de que algunos autores señalan que con el conexionismo se da realmente un cambio de paradigma. Aunque sólo tras la lectura de la totalidad de este informe sobre el conexionismo se puede apreciar de un modo más cabal el contraste entre estas dos formas de hacer psicología cognitiva, se pueden adelantar algunas importantes semejanzas y diferencias entre ambos enfoques:
  • Parece claro que un primer punto común es la referencia a la computación: ambas teorías entienden la mente como un sistema que procesa información y responde al medio a partir de dicho procesamiento. Pero ni siquiera en este punto, que sin duda es el que da continuidad a las dos corrientes, se da el acuerdo:
  • La psicología cognitiva clásica entiende el procesamiento como la aplicación de un conjunto de reglas a entidades situadas en el nivel de la psicología popular (creencias y deseos, básicamente); el conexionismo entiende el procesamiento como el cálculo de las señales de salida a partir de los cómputos que realizan las unidades de la red en función de los pesos de las conexiones y de determinadas funciones matemáticas que determina la activación de dichas unidades y las salidas correspondientes a cada una de ellas. Para el conexionismo la computación no se realiza sobre entidades reconocibles desde el nivel de la psicología popular.

 

  • Las dos teorías proponen el uso de la simulación por ordenador para la comprobación de las hipótesis relativas a los procesos mentales, pero la psicología cognitiva clásica propone la simulación en el ordenador convencional y el conexionismo la simulación mediante arquitecturas semejantes a la del cerebro.

 


  • La psicología cognitiva clásica propone la lógica y las reglas que imponen restricciones semánticas y sintácticas para realizar los cómputos (como ocurre en los programas de ordenador de la Inteligencia Artificial tradicional); el conexionismo, sin embargo utiliza herramientas matemáticas, particularmente estadísticas, para la realización de los cómputos que se supone realiza nuestra mente.
  • El objetivo de la psicología la psicología cognitiva clásica es el descubrimiento de las reglas que rigen los procesos mentales y de los elementos o estructuras básicas del procesamiento humano; el del conexionismo es el descubrimiento de redes adecuadas para la simulación de tareas característicamente mentales y de reglas de aprendizaje eficientes.
  • Otro contraste que se suele destacar es el que se refiere al aprendizaje: los modelos clásicos rechazan el asociacionismo y tienen a defender posiciones innatistas, el conexionismo parece una vuelta al asociacionismo (las redes neuronales no son otra cosa que asociaciones entre unidades) y, puesto que las redes comienzan el aprendizaje con pesos establecidos aleatoriamente, tiende a defender la idea de la mente como una “tabula rasa” o papel en blanco”, siendo la experiencia, el ambiente en el que se desenvuelve la red, y no factores innatos, la que provoca la aparición de los pesos adecuados para el procesamiento y el almacenamiento de la información. Algunos autores consideran que estas diferencias separan al conexionismo de la psicología cognitiva y lo aproximan al conductismo pues, aunque no exactamente en el mismo sentido, éste también defiende el asociacionismo y el ambientalismo.
  • FUENTE
  • http://www.e-torredebabel.com/Psicologia/Conexionismo/Conexionismo-Introduccion.htm


EL CONDUCTISMO


El representante más importante del Conductismo fue John B. Watson (1878-1958).

Watson estaba interesado por la conducta animal; le impresionaba el hecho de que al estudiar a los animales es posible no tener en cuenta a la conciencia y observar solamente lo que hacen. Se preguntaba si se podría hacer lo mismo con los seres humanos.


La conducta es real, objetiva y práctica, en tanto que la conciencia no se puede observar; por lo tanto decidió suprimirla y ocuparse de la conducta.

A pesar de las objeciones que existían en Estados Unidos a la psicología tradicional, sus colegas consideraban su decisión muy radical y se opusieron a su teoría.

La razón del término "conductismo" se debe a que se trata de una teoría que se interesa únicamente en la conducta, no en la experiencia consciente.
Watson insistía en que la conducta humana debía estudiarse tan objetivamente como el comportamiento de las máquinas. La conciencia no era objetiva, por consiguiente, no era válida científicamente y no se la podía estudiar en forma científica.

Para Watson una conducta como el habla se explicaba como el movimiento de los músculos de la garganta, y el pensamiento era considerado para él una conversación en silencio consigo mismo. En cuanto al sentimiento y la emoción para Watson sólo eran los movimientos de los músculos del intestino.

Si bien estas definiciones parecen absurdas, no se puede ignorar la enorme importancia de esta postura para el desarrollo de la psicología como ciencia.

Antes de Watson se realizaron muchos estudios objetivos de la conducta, pero él se destacó como el hombre que convirtió este tipo de estudio en un movimiento y una filosofía nacional.

Para Watson la conducta era una cuestión de reflejos condicionados, es decir, de respuestas aprendidas mediante un condicionamiento.

Todo lo que hereda el hombre es un cuerpo con unos pocos reflejos y las diferencias en capacidad y en personalidad dependen del aprendizaje. En este sentido, Watson fue en varios aspectos un fuerte exponente de la importancia del medio ambiente en detrimento de los factores hereditarios. No había límites, prácticamente, para lo que podía llegar a ser el hombre, si se lo condicionaba adecuadamente.

Esta postura tuvo grandes implicancias para la crianza de los niños, la educación, la publicidad y la organización social.

Las ideas de Watson se ajustaban perfectamente bien a la creencia norteamericana, en la igualdad de oportunidades, en el énfasis sobre la practicidad del factor no emocional y en la fe en el progreso.

Pero no era sólo Watson el único en presentar una teoría objetivo porque en ese momento ya existían otras tendencias orientadas hacia la objetividad y la importancia del medio ambiente.

Watson se inspiró en la filosofía empirista de John Lock, en Inglaterra y la psicología fisiológica de Pavlov en Rusia. No obstante, imponer su teoría no fue fácil en su país y tuvo que enfrentar mucha oposición.

Según Watson podemos crear una multiplicidad de nuevas conexiones estímulo-respuesta mediante el proceso de condicionamiento. Si un nuevo estímulo actúa junto con el estímulo para la respuesta refleja, después de varios apareamientos similares el nuevo estímulo producirá, por sí solo, la respuesta.

Pavlov fue el primero en describir este proceso de condicionamiento que hace posible que cada respuesta del repertorio original de reflejos sea producida por una gran variedad de nuevos estímulos, además de los que la produjeron originariamente.

Según Watson, mediante la formación de una serie de reflejos simples es como se aprende a responder a situaciones nuevas.

Watson acepta la existencia de tres pautas innatas de reacción emocional: el miedo, la ira y el amor, que según él sólo se refieren a pautas de movimientos y no a sentimientos conscientes.

Todo lo que pensamos, sentimos, decimos o hacemos implica, en diversos grados, la actividad de todo el cuerpo y ésta es la base fundamental del conductismo.
El Conductismo de Watson, en su afán de encontrar un objeto medible en el hombre, se reduce a considerarlo como un aparato mecánico que responde frente a estímulos.

De esta manera se puede estudiar al hombre como a una máquina, modificar sus hábitos, cambiarlos por otros y hasta predecir su comportamiento ante un estímulo.

Como toda teoría, ésta también tiene sus grandes limitaciones, sin embargo fue el precursor de varias corrientes de pensamiento que fueron complementando y perfeccionando esta orientación.



Ley del Efecto:
 
Thorndike, otro psicólogo norteamericano da un gran impulso a la experimentación animal. Sus investigaciones con los animales, llevadas a cabo a fines del siglo pasado, fueron realizadas con aparatos como el laberinto en forma de T y la jaula. En el laberinto el animal, después de haber recorrido las patas de tantas T, se halla ante lugares de opción y tiene que aprender cuál de las dos direcciones es la adecuada. En cambio lo que se exige al animal encerrado en la jaula es aprender que para salir de la misma y encontrar comida e preciso mover una manecilla. Observando a los gatos empeñados en esta última operación, Thorndike llegó a la conclusión de que su aprendizaje se verificaba gradualmente, a través de una serie de ensayos y errores que llevaba a la consolidación de las reacciones del organismo que habían sido recompensadas (ley del efecto).
 
La "Ley del Efecto" de Thorndike se caracteriza claramente por un enfoque de tipo conductista. Con el mismo el autor creía especificar una característica básica de la "inteligencia animal". En efecto, podríamos considerar que la inteligencia consiste en comprender la relación que existe entre el acto de presionar la manecilla y la posibilidad de salir, pero lo que observamos efectivamente es que dicho acto se verifica tanto más a menudo mientras más va seguido por una recompensa. El primer modo de describir la situación constituye una pura inferencia sacada del segundo modo, que, en cambio se limita a los hechos. La ley empírica del efecto nos dice que "una acción acompañada o seguida de un estado de satisfacción tenderá a volverse a presentar más a menudo, una acción seguida de un estado de insatisfacción tenderá a volverse a presentar menos a menudo". Pero, si esta ley explica nuestras observaciones y es capaz de predecir lo que probablemente haremos en el futuro no hay motivo para sustituirla por otra.
 
La ley del efecto subrayaba en primer lugar el carácter adaptativo y utilitarista de la acción humana, cuya manifestación aparecía simplemente vinculada a la posibilidad de ser recompensada. Muchos psicólogos habrían negado que el aprendizaje se verifique sólo en presencia de recompensa y entre ellos incluso algunos pertenecientes a la tradición conductista. En segundo lugar, el análisis de los tiempos exigidos al gato para llegar a la presión de la manecilla sugería a Thorndike que el aprendizaje era gradual. Muchos experimentos realizados por los psicólogos de la Gestalt y nuestro mismo sentido común nos hubieran hecho pensar que el aprendizaje tendría que haberse verificado por medio de una comprensión bastante repentina de la manera como era posible salir de la jaula. En este caso el gato mentalmente diría algo así: "Ah, ya entendí"
 
Las curvas de aprendizaje trazadas por Thorndike, partiendo de sus datos, eran favorables a la idea de que el aprendizaje es gradual, y no fruto de una comprensión repentina. En efecto en este último caso tendría que haber pasado que, al principio, el gato no lograse salir o hallarse casualmente la respuesta adecuada y, por tanto, tuviese necesidad de mucho tiempo, y que luego --con el descubrimiento de la solución, el tiempo necesario para salir se volviese mínimo. En cambio, Thorndike observó que con el paso de las pruebas, el tiempo necesario para un gato salir de la jaula decrecía regular y gradualmente, sin caídas bruscas, y esto le hizo llegar a la conclusión de que el animal no captaba la solución, sino que más bien iba a pequeños pasos sucesivos, imprimiéndose las respuestas adecuadas y borrando las equivocadas.
 
Sin embargo, Thorndike no adoptó una postura decidida contra los que hacían una psicología distinta de la suya, cosa que, en cambio hizo poco años después Watson. Éste había dejado en 1904 la universidad de Chicago por la John's Hopkins University y había continuado la experimentación animal, colaborando también con Carr y Yerkes, el cual en 1909 había introducido con Morgulis la obra de Pavlov en el ámbito norteamericano. Es indudable que la escuela rusa ejerció una gran influencia sobre el conductismo. 
 
FUENTE
http://psicopsi.com/Ley-del-Efecto-Thorndike

Freud



No hay comentarios:

Publicar un comentario

De mis manos brotarán amapolas rojas como la sangre así quizás mi poesía sea eterna MI POESÍA SOY YO FANNY JEM WONG LIMA - PERÚ

ENTRADAS DESTACADAS

SELECCIÓN DE POESÍA CHINA

BALADA DE CHANG’AN POR LI BAI BALADA DE CHANG’AN Cuando mis cabellos comenzaron a cubrir mi frente Delante de la puerta me divertía recogien...

CONFUCIO

La sabiduría se preocupa de ser lenta en sus discursos y diligente en sus acciones.